El Colegio Oficial de Pilotos de la Aviación Comercial (COPAC) recuerda que la máxima autoridad de un vuelo es el comandante, quien de acuerdo con las normativas aeronáuticas, es responsable de la seguridad de la aeronave, las personas y la carga a bordo.
Tras la polémica surgida en los últimos días en torno a la expulsión de dos pasajeras en un vuelo entre Barcelona y Menorca, el COPAC señala que cualquier comportamiento por parte de un pasajero que pueda suponer un riesgo para la seguridad del vuelo o que falte el respeto a un miembro de la tripulación implica su expulsión inmediata de la aeronave.
El Comandante, en base a su criterio profesional e independencia, adoptará la decisión que considere más oportuna ante un pasajero insubordinado, cumpliendo con la normativa aeronáutica y con la responsabilidad de su cargo. De hecho, existen diferentes niveles de amenaza a la normalidad y seguridad del vuelo, tipificados por la Organización Internacional de Aviación Civil, y los procedimientos a seguir se encuentran recogidos en los manuales de operaciones de las compañías. Por lo tanto, la decisión de expulsar a un pasajero de la aeronave nunca es arbitraria.
Los usuarios del transporte aéreo han de tener presente que una aeronave es un espacio regido por una serie de normas que es imprescindible respetar para que el vuelo se desarrolle con normalidad y en el que, como mínimo, es preciso comportarse de manera cívica y educada con la tripulación y con el resto del pasaje.
En este sentido, el COPAC expresa su preocupación por el significativo aumento en los últimos años del número de incidentes con pasajeros a bordo, que suponen un riesgo para la seguridad de los vuelos, además de un perjuicio para el resto de usuarios, para las compañías aéreas y para el normal funcionamiento de los aeropuertos.